Los mensajes que los niños de una escuela italiana escribieron para sus compañeros sirios fueron entregados directamente, y con gran emoción, por Carlos Palma, coordinador y fundador de Living Peace International.
“Hola, me llamo Leonardo, espero que vuelvan a la escuela y que no haya más guerras ni terremotos. Lo siento por ustedes, los quiero mucho”. Este es uno de los mensajes que los niños de la escuela primaria IC Falcone de Grottaferrata (Roma) escribieron para sus compañeros sirios durante uno de los talleres del proyecto “Living Peace: la paz como proyecto escolar. Propuesta formativa para una ciudadanía activa y responsable”.
Las palabras de Leonardo y seis de sus compañeros de escuela son la demostración de que trabajar constantemente por la paz da sus frutos y construye puentes.
Estos mensajes, de hecho, llegaron a manos de Carlos Palma, fundador y coordinador de Living Peace International, quien los entregó directamente en manos de profesores y niños en Siria: “Es un gran desafío, en un país donde en este momento conviven un exceso de maldad y una gran capacidad humana para hacer el bien.
El mayor sufrimiento de estas personas hoy, es la conciencia de morir lentamente de hambre y frío. Quiero ser un signo de esperanza, de alivio, llevar la paz a tantos corazones, compartiendo con ellos todo lo que viven. En mi valija hay banderas de la paz, cartas, mandalas de colores hechos por niños y profesores alemanes, belgas e italianos”.
Cuando, a finales de marzo, Carlos aterrizó al otro lado del Mediterráneo, a más de tres mil kilómetros de distancia, con esta carga de paz, hizo una parada en la ciudad de Alepo donde entregó mensajes y mandalas de paz en la escuela EHIS, la escuela e instituto de rehabilitación para niños sordos apoyada por el proyecto Semillas de Esperanza de la AMU: “La reacción de agradecimiento fue inmediata, con saludos en vídeo, fotos y muchos gestos de amor por parte de alumnos y profesores.
Un momento de formación con los profesores con mucho diálogo, profundo y sincero, para encontrar juntos la manera de generar paz interior en tantos corazones profundamente marcados por el sufrimiento y el desconsuelo”.