Una red de colaboración y solidaridad nacida desde abajo y que involucró a AMU, el Grupo Buffetti y la casa de expediciones Del Corona & Scardigli (DCS Group) para llevar el banco de energía a los desplazados ucranianos y facilitar las comunicaciones entre las familias divididas.
La historia de la guerra en Ucrania es también la historia de las personas desplazadas que se ven obligadas a abandonar sus vidas y se encuentran en una situación de vulnerabilidad cuyos contornos nadie conoce bien. Algunos abandonan sus hogares para refugiarse en zonas más seguras del país, otros logran cruzar la frontera sin saber a dónde ir o qué les espera. Familias rotas: hombres que se quedan a luchar y mujeres, niños y ancianos obligados a buscar ayuda para salvarse, privados de casi todos sus bienes. Por eso, además de intentar sobrevivir, cualquier intento de mantener los lazos con la propia vida, con el propio pasado y, sobre todo, con los propios seres queridos, son aspectos fundamentales para mantener viva la esperanza y resistir, imaginando un mañana mejor.
En este escenario nace esta historia. Samuele, agente comercial del Grupo Buffetti, lee una mañana en un periódico local sobre la necesidad de enviar un banco de energía a Ucrania para que los desplazados puedan recargar sus dispositivos móviles incluso cuando no tienen electricidad disponible. Esto les permite comunicarse con sus seres queridos, ponerlos al día sobre su estado y, tal vez, sentir menos dolor y miedo relacionados con la emergencia y la separación.
De este artículo nace una verdadera cadena de solidaridad, la empresa de materiales para la oficina y para la escuela decide enviar más de 600 bancos de energía: «Inmediatamente hemos dado las existencias disponibles y ahora también estamos considerando la posibilidad de continuar con materiales para la escuela, como lápices y bolígrafos, para destinarlos a refugios e instalaciones para niños». Nos cuenta Antonella Trotta Responsable de Marketing del grupo Buffetti. Después de los primeros contactos, se comprende que el nudo que hay que desatar es el del transporte: muchas ONG ya se dedican al envío de alimentos y ropa, y buscan sobre todo medicamentos o donaciones en efectivo. Es aquí donde entra en el campo Vincenzo, empleado Buffetti que conoce el compromiso de la Coordinación de Emergencias y del AMU para la emergencia Ucrania. Precisamente a través de AMU se consigue insertar la carga de power bank en una expedición para Ucrania promovida de Antonio, adherente del Movimiento de los Focolares de Livorno, que implicó a la empresa de transportes para la cual trabaja (DCS Group), en una acción de solidaridad para el pueblo ucraniano.
«Cuando estalló la guerra estaba conmocionado y no podía capacitarme – cuenta Antonio – Después de lo que la humanidad había vivido, incluso en tiempos recientes, todavía hay un hombre que empuña las armas contra otro hombre. Ya no bastaba con expresar mi indignación y mi dolor a través de las redes sociales, quería hacer algo concreto. Así que le propuse a mi empresa que promoviera algo y enseguida se mostró dispuesto a organizar un camión que pudiera llevar lo necesario a esta población agotada».
En poco tiempo Antonio y AMU toman contacto con Caritas polaca y Caritas-Spes ucraniana, serán ellos quienes reciban el camión de ayuda humanitaria en Polonia, donde serán almacenados y luego llevados a la población en camiones más pequeños.
Se confecciona un folleto que se distribuye entre los colegas, en el que participan las distintas sedes de la empresa: se buscan alimentos de larga duración y medicamentos de venta libre. Pronto, la iniciativa se extiende como una mancha de aceite y llegan al punto de recogida muchísimas donaciones, tanto en bienes como en dinero, desde las más cuantiosas hasta las de personas que con una simple bolsa de la compra traen lo que pueden donar en ese momento.
Una verdadera cadena de solidaridad en la que el deseo de estar cerca, de manera concreta, de la población víctima del conflicto, ha activado los corazones y las mentes de muchas personas, ha estimulado ideas y ha permitido superar pequeños y grandes problemas prácticos para alcanzar juntos el resultado final.