En octubre pasado, gracias a la experiencia adquirida en Homs y Kafarbo, decidimos crear un centro médico dentro del programa “Semillas de Esperanza” también en Hama*, dirigido a las personas con cáncer y a las que necesitan diálisis.
Las terapias para estas enfermedades son cada vez más raras y costosas a causa de las sanciones internacionales y el aumento general de los precios en todo el país. La población, víctima de la grave crisis económica que a menudo no permite satisfacer ni siquiera las necesidades básicas, se ve obligada a interrumpir el tratamiento o a sustituir los medicamentos necesarios por otros menos eficaces.
Por esta razón, la noticia de la apertura del centro fue acompañada por el apoyo de toda la comunidad, que ofreció ayuda concreta y animó a los operadores.
Ya durante la creación del centro, por ejemplo, uno de los proveedores quiso donar un cargador de batería gratis para las máquinas y un montacargas cuando comprendió qué tipo de proyecto habríamos iniciado. Incluso la farmacia contribuyó con un 15% de descuento en los primeros pedidos de medicamentos, mientras que algunos médicos ofrecieron sus servicios con grandes descuentos.
En Hama no hay muchos centros que ofrezcan servicios médicos, especialmente para el tratamiento del cáncer y la diálisis. Esto ha hecho que inmediatamente la noticia del centro corriera por toda la ciudad y desde el primer día, los pacientes que vinieron a pedir ayuda fueron más de los esperados.
Fawaz, el responsable de logística del proyecto médico en Hama, dice: “Cuando empezamos a trabajar, no teníamos ni idea de que habría tantos pacientes con cáncer”.
Sin embargo, además del apoyo financiero para sostener el tratamiento, en Hama como en los otros centros médicos del programa “Semillas de Esperanza”, el aspecto que más impacta y ayuda a los enfermos es la atención a su estado emocional. Aquí también hemos conocido historias de personas que, debido a la enfermedad y a la dificultad de obtener tratamiento, se abandonaban a la desconfianza y la soledad. Por esta razón, el programa prevé que además de la provisión de cuidados y terapia, cada protagonista también reciba visitas periódicas y llamadas telefónicas para conocer su estado de ánimo, sus sentimientos y para tratar de aliviar también su sufrimiento psicológico.
*El centro médico de Hama también es apoyado con contribuciones de la UBI – Unión Budista Italiana.