Siria es un país ya devastado por la guerra y las sanciones internacionales. Sin embargo, muchos sirios han construido una red de solidaridad para apoyar a los evacuados del terremoto, con el apoyo de RISE, el programa en el que participan la Coordinación de Emergencias del Movimiento de los Focolares, la AMU y AFN.
Tras el terremoto, cientos de miles de personas en Siria se trasladaron a vivir en refugios porque sus casas quedaron parcialmente o totalmente destruidas por los temblores. A menudo se trata de centros improvisados con precarias condiciones de higiene y seguridad. Conociendo esta situación, muchos quisieron contribuir a garantizar a estas personas el acceso a servicios de higiene o a una comida caliente.
La oficina Semillas de Esperanza/Obra de María (Movimiento de los Focolares) ha puesto en marcha el programa RISE en respuesta a la emergencia, en colaboración con la AMU y AFN Onlus, para proporcionar apoyo, tanto concreto como psicológico, sobre todo en las ciudades más afectadas, como Alepo, Lattakia y Hama. Esto fue posible gracias a la extraordinaria campaña de recaudación de fondos lanzada inmediatamente después del 6 de febrero, fecha del primer gran terremoto.
Estas son algunas de las acciones apoyadas en las últimas semanas, con la colaboración fundamental de la propia población de Siria.
UNA DUCHA CALIENTE
En marzo, 390 personas —hombres, mujeres y niños— cada uno recibió un kit de higiene personal con champú, jabón, toallas y ropa de cama, y fueron acompañadas en autobús a una casa de baños para ducharse. Pero este fue solo uno de los muchos momentos de apoyo y convivencia.
APOYO A LOS ANCIANOS
El terremoto en Siria se produjo en un contexto ya de por sí trágico: doce años de guerra y sanciones económicas habían causado ya una pobreza extrema. Miles de personas han emigrado, dejando a sus padres ancianos en el país, solos y sin asistencia. Esta última emergencia no ha hecho más que empeorar su condición. Era urgente y necesario brindar apoyo, un gesto de solidaridad. Diariamente, se sirvieron comidas calientes a 35 personas.
COMIDAS CALIENTES PARA LOS DESPLAZADOS DE ALEPO
Se distribuyeron comidas calientes — gracias al programa RISE — también en un centro de acogida de la región de Zebedeya, donde se aloja a quienes perdieron sus hogares en Alepo. Aquí existe una verdadera red de generosidad formada por voluntarios, parroquias y asociaciones que se ocupan de las necesidades de los desplazados. Es esta red la que se encarga de la distribución de las comidas proporcionadas por el programa RISE.
El centro de acogida es una escuela. Un gran edificio de tres plantas con un patio alrededor. Cada aula acoge a dos familias. Los pupitres están apilados en las esquinas, los colchones tirados en el suelo. Una mujer dice: “Gracias por la comida que han traído. Estoy a punto de dar a luz, faltan pocos días, y no tengo nada. Lo perdimos todo con el terremoto. Ahora llegará esta criatura y no tengo nada, no tengo nada”.