El Líbano está al borde del colapso, desde hace años vive una crisis financiera, económica y social sin precedentes, con crecientes tensiones sectarias y sociales mientras la economía se desmorona.
Con la lira libanesa devaluada en más del 800%, la inflación supera el 140% y más del 50% de la población desempleada. Los precios de los alimentos aumentaron un 290,4%, mientras que el transporte aumentó un 290,5% en comparación con el año anterior (Administración Central de Estadística del Líbano).
En este escenario, la electricidad sólo se suministra 2 horas al día, el combustible para el transporte es escaso, así como los medicamentos y muchos artículos de primera necesidad.
La pandemia de Covid-19 y la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020 han empeorado aún más las condiciones de la empobrecida clase media y de las familias más vulnerables que apenas pueden sobrevivir.
Se estima que la tasa de pobreza se ha duplicado con creces (más del 55%) entre 2019 y 2020. En cuanto a los pobres extremos, se han triplicado hasta superar el 23%, con más de 841.000 libaneses por debajo del umbral de pobreza.
Los medios de subsistencia, la educación y el acceso a un mínimo de atención sanitaria se han convertido en un lujo para la mayoría de la población.
- Preparación y distribución de cajas de alimentos y artículos de higiene a los hogares 6 veces al año (una vez cada dos meses durante un año)
en particular- Humanité Nouvelle se ocupará de 490 familias
- El vicariato se ocupará de 410 familias de las diversas parroquias
- Apoyo psicológico para 50 familias con dificultades seleccionadas por Humanité Nouvelle
- Kit de material escolar para 250 alumnos de la escuela de las «Hermanas Franciscanas Misioneras del Corazón Inmaculado de María»