Según un informe de UNICEF-OMS del 2017, más de 2 mil millones de personas no tienen agua potable en sus hogares; De estos, 263 millones pueden encontrar una fuente de agua limpia a más de 30 minutos, mientras que 159 millones se ven obligados a beber agua sin tratar, recuperada de arroyos o lagos.
Rukanda es una de las 28 colinas de Bururi (en Burundi), situada en un área casi impenetrable que cuenta solo con una carretera pavimentada construida en los últimos años y que queda bloqueada durante la temporada de lluvias, aislando a unas 8,000 personas que habitan en la colina.
La producción agrícola es escasa y no muy diversificada, la seguridad alimentaria es precaria y existe una tasa muy alta de malnutrición entre los niños. El centro médico más cercano está a 5 km, accesible solo a pie.
El acceso al agua potable podría ayudar a romper esta espiral. Actualmente, las familias de Rukanda se ven obligadas a viajar 2 kilómetros a pie cada día para llegar a la primera fuente de agua potable, con consecuencias para la higiene y la salud.
Proyecto realizado con la contribución CEI – Conferencia Episcopal Italiana de € 254.842,00
Actividades previstas
- Canalización de 2 fuentes de agua ubicadas a gran altura y construcción de un sistema de suministro de agua de 23,3 km (acueducto). Este sistema llevará el agua potable directamente a Rukanda, donde se construirán 32 puntos de acceso a partir de los cuales la población podrá proveerse;
- Construcción y capacitación para el uso de 20 instalaciones sanitarias ecológicas que protejan las aguas subterráneas y permitan el uso de desechos orgánicos como fertilizante para la agricultura;
- Organización de beneficiarios directos en 32 comités de gestión de puntos de acceso al agua para el mantenimiento de las infraestructuras construidas;
- Actividades de capacitación en higiene básica y prevención de enfermedades graves;
- Apoyo a las actividades económicas con fondos de microcrédito.