Cécile forma parte del grupo de microcrédito comunitario «Tuzamurane» que opera en Burundi (precisamente en Bururi) desde hace dos años, con la participación de 30 personas.
En un país, Burundi, uno de los más pobres del mundo, gracias al grupo Cécile, comenzó su primera actividad y ahora sigue creciendo: «Nunca sabré cómo expresar mi agradecimiento. Gracias al microcrédito comunitario, tengo acceso al crédito necesario para realizar actividades que generen ingresos. Comencé vendiendo y mezclando vino de plátano directamente. Poco a poco, con los ahorros y créditos conseguidos, amplié mi negocio introduciendo la venta de cerveza. Ahora, gracias a mi trabajo y a lo que gano, en la familia ya no nos preocupamos por la comida o la ropa, y a los niños no les falta nada. El grupo de microcréditos ha sido realmente una fuerza y un estímulo para mí y mi familia.»
El grupo de microcrédito comunitario, a través de la formación y el acompañamiento del proyecto «¡Se puede hacer!» y las relaciones establecidas entre los diferentes componentes, ha permitido a Céline ser la verdadera protagonista de su cambio.