El proyecto Sunrise + comenzó con actividades dirigidas a jóvenes de entre 14 y 18 años para ayudarles a redescubrir sus necesidades e implementar proyectos de rescate y cambio.
Son los adolescentes de las comunidades de Macara, Sàlima y 10 de Agosto (de la provincia de Esmeraldas, una de las más pobres de Ecuador) los protagonistas de las reuniones de intercambio y formación del proyecto Sunrise+. Chicas y chicos que viven situaciones de vulnerabilidad, en comunidades fuera de las ciudades, que a menudo tienen que dedicar tiempo a sus estudios, si no abandonarlos, para ayudar a mantener a su familia. Uno de los aspectos más preocupantes de esta situación es el hecho de que las personas que no pueden encontrar trabajo a menudo se convierten en víctimas del mundo de la droga, tanto como consumidores como traficantes.
Sunrise + propone un recorrido que aplicará la metodología del “6×1” propuesto por los “Chicos por la Unidad” que permitirá observar con mayor rigor las dificultades que han señalado, desde el mayor respeto a la naturaleza, a los problemas ligados al lugar donde viven entre residuos y carreteras en mal estado o falta de medios para estudiar y construir su futuro. Además, la metodología permite a los jóvenes convertirse en ciudadanos activos frente a los problemas y proponer soluciones implicando a los adultos, a los líderes comunitarios, probando sus habilidades para gestionar recursos, bienes y relaciones que servirán a la comunidad e incorporarlos en sus vidas.
En los primeros encuentros surgieron todas sus fragilidades, pero también el deseo de cambiar su situación.
De los testimonios que hemos recogido, se desprende cómo los chicos y chicas de Esmeraldas quieren tener espacios y conseguir vivir en paz. Quieren poder estudiar, tener espacios para el deporte o las actividades artísticas, que ahora son prácticamente inexistentes, y poder imaginar su futuro sin tener que marcharse para conseguir un trabajo digno.