Los supervisores y los agentes de campo apoyan constantemente a los miembros de los grupos de microcrédito para que sus actividades se establezcan y consoliden.
Uno de los aspectos más importantes de la campaña “Si può fare! (Se puede hacer)” para el microcrédito y la microfinanciación comunitaria en Burundi es la de acompañar a las personas para que sus ideas se conviertan en actividades generadoras de ingresos.
Saber escuchar, comprender los deseos, proporcionar la justa información y formación, son los elementos que llevan a construir la relación de confianza fundamental entre los trabajadores de campo y los miembros del grupo.
Así es como lo describe Florida, una de las participantes en los grupos de Kayanza, “la experiencia consiste en dar el gran paso, teniendo confianza en que incluso con los ahorros más pequeños se puede llegar a realizar una actividad que puede generar dinero. En el grupo estamos organizados. Tenemos un registro en el que anotamos todas las transacciones. También tenemos una caja para guardar el dinero. Estoy feliz de tener información sobre todo lo que he ahorrado”.
El camino de Florida continúa y ahora, con el apoyo de los operadores, mira al futuro con gran esperanza: “He solicitado un crédito para comprar insumos agrícolas y algo de abono para mis campos de coles. Si la temporada sigue siendo buena y no hay problemas imprevistos, definitivamente tendré una cosecha satisfactoria. Podré vender parte de la cosecha y ganar dinero para contribuir a las necesidades de la familia”.
Este entusiasmo y la confianza en el mañana son elementos importantes que dan fuerza a los supervisores para continuar su labor de apoyo al desarrollo y el crecimiento de los individuos y la comunidad.