Tras probar muchos trabajos, Richard se encontró con los grupos de microcréditos comunitarios. Así nació su negocio de fabricación de jabón, que ha crecido y ahora lo conduce a tener nuevos proyectos, también para apoyar a su comunidad.
El inicio no fue fácil, pero con su determinación, con el apoyo del grupo de microcréditos de la comunidad y el acompañamiento del equipo de Casobu, Richard tiene ahora un negocio bien establecido. Produce hasta 420 kg de jabón al día, tiene empleados y ha comprado el equipo de producción necesario y un terreno, al que pronto le gustaría trasladar su casa y su negocio para ampliarlo.
Gracias al proyecto de microcrédito y microfinanciación comunitaria “Si può fare!” (¡Se puede hacer!) en Burundi, Richard hizo realidad su sueño de tener un negocio generador de ingresos y ahora quiere seguir creciendo, también para dar a otros la oportunidad de tener un trabajo y su propia autonomía.