En Cuba, en la comunidad de Tabor, Iván ha emprendido una nueva aventura empresarial con el apoyo de HB de Economía de Comunión. Y ahora sueña con expandir su granja en la línea de la reciprocidad y la inclusión: «Me gustaría vender también los productos de otros agricultores de la zona»
Iván vive en Tabor, Cuba, y trabajó durante varios años como profesor de inglés. Con el apoyo de HB EdC, que apoya a aquellos que quieren permanecer en la isla y comenzar su propio negocio, Iván ha decidido tomar un nuevo camino: «Mi experiencia comienza en enero de 2020, cuando asistí a la conferencia EdC.» Comenzó con una pequeña producción de verduras de apenas media hectárea, luego con el apoyo de EdC aumentó el cultivo hasta alcanzar las veinticuatro hectáreas.
Iván ahora cultiva flores, pero también frijoles, arroz, maíz, cacahuetes, melón, yuca, plátano. Y más: árboles frutales como coco, mango, aguacate y guayaba. Pero sus planes no se detienen aquí: «Me gustaría expandir la producción, construir una casa para mejorar las condiciones de vida en la granja y construir también un pequeño local para vender zumos.» En resumen, no faltan ideas para el futuro: «Soñamos con comprar un tractor y mejorar en el sector comercial vendiendo no solo nuestros productos, sino también los de otros agricultores de la zona. Estoy convencido de que juntos lo lograremos.»
Junto con Iván trabajan en la granja sus hermanos. En algunas épocas del año se añaden otras doce personas. En esta zona del territorio cubano, además, existe una escasez constante de alimentos, para poner en práctica el concepto de reciprocidad, Iván ha donado sus productos agrícolas a algunas instituciones del territorio, como hospitales. La empresa de Iván forma parte de un Fondo de Reciprocidad que busca colaborar para el desarrollo de otras actividades empresariales en la isla de Cuba, y él está agradecido y orgulloso por ello: «Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que han contribuido a este proyecto agroforestal».